El 19 de Enero de 1878, en una vivienda de Kiveton Park, cerca de Rotherham, nacía una de las grandes personalidades del Fútbol Británico y Mundial. Una de esas personalidades que no se olvidan fácilmente y dejan un legado para la eternidad. Herbert Chapman fue una de esas personas.
Antes de convertirse en aquello que le serviría para pasar a la posteridad, esto es manager o entrenador, desarrolló una carrera como jugador a la vez que estudiaba y trabajaba en los lugares donde había equipos de fútbol que quisieran contar con sus servicios. Jugó en el Northampton Town, Sheffield United, Notts County y Tottenham Hotspur entre otros.
Salto al banquillo
Como entrenador brilló en la Southern League (alternativa amateur de los equipos del sur de Inglaterra a The Football League que era profesional) al frente del Northampton Town, después dio el salto a dicha liga para dirigir al Leeds City.
Tras ser sancionado de por vida debido a que los dirigentes del City habrían pagado primas a diversos jugadores por formar parte del equipo durante la Primera Guerra Mundial, cuestión poco ética, Chapman (durante la Guerra estuvo en una fábrica de munición en Barnbow) logró, con el apoyo de los dirigentes del Huddersfield Town, recurrir con éxito la sanción que quedó sin efecto.
En Huddersfield, tras desarrollar la labor de asistente, fue nombrado manager demostrando toda su valía. Además de hacer varios fichajes importantes dotó al equipo de su particular estilo que había depurando con el tiempo: fortaleza defensiva y rápida salida al contraataque. Con este club gana las ligas de 1924 y 1925, momento en el que atraído por el sueldo de The Arsenal pone rumbo a la capital inglesa.
Efectivamente, por aquel entonces el club del norte de Londres se llamaba The Arsenal, y fue el propio Chapman quien decidió quitarle el artículo al nombre para dejarlo en el actual Arsenal. Al parecer, lo que perseguía era que fuese primero en el orden alfabético de los clubes para anotarse el primer tanto, al menos psicológico, con los rivales.
Cambio de la regla del fuera de juego: surge la "WM"
En 1925, también, sucede algo que cambiará definitivamente el football: la regla del fuera de juego se modifica disminuyendo el número de jugadores contrarios que tiene que haber por delante del balón de tres a dos.
El sistema que aplicaban todos los equipos era el 2-3-5 pero tras la variación de la regla algunos entrenadores, incluido Chapman, empiezan a probar una cosa diferente, retrasar al medio centro convirtiéndolo en defensa central y a los dos acompañantes del delantero centro acercarlos al medio campo con la intención de que ayuden en la elaboración, surge de esa manera una especie de 3-4-3 llamada "WM" por la apariencia que tal formación adquiere en la pizarra y sobre el campo (véase esquema inferior). Es el primer sistema moderno.
Si no hubo un único artífice de la "WM", ¿por qué ha pasado a la historia nuestro protagonista como creador de tal táctica? Lo cierto es que Chapman fue quien la perfeccionó aplicando una férrea defensa, un mortal contraataque y dio libertad a los extremos para, además de llegar a la línea de fondo, dibujar diagonales hacia el área, dando lugar a la figura de los extremos goleadores, algo totalmente innovador en la época.
Padre del Arsenal e innovador total
Chapman se convirtió en el verdadero timón del Arsenal. Bajo su dirección conquistaron sus primeras ligas (primeras, también, para un equipo del sur de Inglaterra), cambió las mangas de la camiseta (que era completamente roja debido a que el origen de la misma provenía de la del Nottingham Forest) por las blancas actuales tan características.
En otros aspectos fue el primero que incluyó a un fisioterapeuta en la plantilla técnica (algo impensado para la época que casuó estupor en la sociedad inglesa), abrió el camino para la creación de equipos juveniles que daría lugar a la formación de las canteras, propuso jugar con iluminación artificial para poder disputar los partidos de noche, así como pintar los balones de blanco para que se pudieran distinguir mejor. Gracias a él hay calefacción bajo el césped y los jugadores llevan números en la camiseta.
Los primeros días de 1934 los ocupó viajando para ver algunos partidos que le interesaban bajo condiciones de frío y lluvia. Lo que parecía un resfriado terminó siendo una pneumonía que terminó con su vida pocos días después, el 6 de enero. En ese instante, se murió el hombre pero nació una leyenda.
Pocas personas tuvieron la clarividencia que él para adelantarse al futuro. En el fútbol de hoy que tanto le debemos, pocos siquiera saben quien es. Mientras, otros nostálgicos, estarán dejando cada enero una flor que mantenga su leyenda viva, mientras Chapman desde el cielo estará organizando sus innovaciones en el fútbol de Dios.
Hasta la próxima..reflexión amigos.
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