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MARCELO BIELSA: LA RECETA PARA UN FÚTBOL ENFERMO. LA REIVINDICACIÓN DE LA HONESTIDAD

En los recovecos silenciosos de Montevideo, entre los callejones empapados de vivencias y los barrios donde late la esencia más pura de la v...

lunes, 27 de noviembre de 2023

MARCELO BIELSA: LA RECETA PARA UN FÚTBOL ENFERMO. LA REIVINDICACIÓN DE LA HONESTIDAD

En los recovecos silenciosos de Montevideo, entre los callejones empapados de vivencias y los barrios donde late la esencia más pura de la vida y el futbol, Marcelo Bielsa encuentra su hogar. Más allá de los focos del fútbol, su esencia late al ritmo de las historias cotidianas. Se funde con el hombre de a pie, tejido en las narrativas que componen el tapiz de nuestro futbol.

Su cercanía con la gente no es un disfraz, es una autenticidad arraigada en su ser. Recorre las calles y algunos campos de fútbol como un hombre común, sumergiéndose en diálogos simples que fluyen como manantiales de sabiduría cotidiana. En sus silencios reposan reflexiones profundas, aquellas que comparte con aquellos dispuestos a escuchar: "Los seres humanos de vez en cuando triunfan. Pero habitualmente se desarrollan, combaten, se esfuerzan y ganan muy de vez en cuando".

Bielsa comprende la grandeza en la simpleza de hacer lo correcto, más allá de la distancia que lo separa del fulgor del éxito. Es como Atticus Finch, el abogado en "Matar a un ruiseñor", defendiendo la verdad con la valentía de quien sabe que la victoria puede no ser suya, pero que la integridad y la justicia valen la lucha.

Quizás muchos no entiendan su manera de ser, como en las conferencias de prensa cuando su mirada parece evadir los ojos ajenos. Sin embargo, en esa aparente distancia se esconde su humildad, su verdad que no se proclama en palabras grandilocuentes, sino en acciones honestas. Su coraje para seguir el camino de lo que considera justo reside en su firmeza para sostener lo correcto, incluso cuando el mundo parece enzarzado en la búsqueda desesperada de aplausos y logros.

En su manera de ser y enseñar, reside el legado imperecedero de Marcelo Bielsa, un hombre criticado por quienes no lo conocen, juzgado por aquellos que fluctúan con los resultados, pero que resplandece como faro para quienes descifran en sus valores y su coherencia un universo de sabiduría, recordándonos que la grandeza se modela en la humildad, la honestidad y el compromiso con lo auténtico. 

Su capacidad de enamorar al jugador con sus ideas es igual a la forma en que embruja al ciudadano común con su verdadera simplicidad, atrayendo con la misma pasión y convicción a aquellos dispuestos a abrazar una visión más profunda del juego y de la vida.


Hasta la próxima...reflexión.



Foto: Tenfield


martes, 14 de noviembre de 2023

LUIS SUAREZ Y MARCELO BIELSA: DOS LOCOS, UN JUEGO

Imaginen a Marcelo Bielsa como el arquitecto meticuloso de un edificio emblemático. Cada parte de su estructura es planificada con esmero, cada detalle considerado con precisión. Es un estratega que no solo entrena a jugadores, sino que moldea mentes y corazones hacia una visión más elevada del deporte. Su compromiso con la honestidad y la integridad es tan inquebrantable como su obsesión por el perfeccionamiento. Bielsa representa la esencia pura del fútbol, Su obsesión por el juego va más allá de lo táctico y estratégico; representa una filosofía de vida que abarca la honestidad, la disciplina y el respeto. Es un hombre que ve en cada partido una oportunidad de crecimiento, tanto para él como para sus jugadores.

Su ética incuestionable y su pasión inquebrantable por el juego lo han convertido en un faro de honestidad en un mundo donde los intereses a menudo oscurecen la pureza del juego.

Contrastando con esta figura meticulosa, está Luis Suárez, el guerrero incansable. Él es la personificación del deseo desenfrenado, la pasión ardiente que emana en cada movimiento en el campo. Suárez es como el viento furioso que barre con todo a su paso, con una determinación que desafía cualquier límite. Es la personificación de la perseverancia, un jugador cuyo instinto depredador y ferocidad en el juego lo convierten en un auténtico desafío para cualquier adversario.

La convocatoria de Suárez por parte de Bielsa es un tributo al respeto por las raíces del juego, por la pasión y la honestidad que cada uno aporta desde su propio enfoque. Bielsa, un innovador que desafía las normas convencionales, encuentra en Suárez una esencia que refleja la intensidad y la entrega inquebrantable.

La honestidad filosófica de Bielsa se encuentra con la sinceridad y la entrega de Suárez en el campo. Ambos comparten un amor apasionado por la belleza intrínseca del juego, aunque sus caminos para expresar esta pasión sean distintos. Bielsa, con su meticulosidad y enfoque reflexivo, y Suárez, con su instinto depredador y su respeto por las raíces del fútbol uruguayo, se unen en una convergencia de valores y principios que van más allá de los resultados. Un símbolo de la unión entre la pasión y la honestidad, entre la táctica y el corazón.

Esta unión, aunque parezca un choque de mundos, revela una sinfonía en la que cada nota, cada rasgo de estos dos personajes, se entrelaza para crear una melodía única en el escenario futbolístico. Es la convergencia entre la meticulosa planificación y la pasión desenfrenada, entre la mente estratégica y el espíritu indomable.

En esta sinfonía del fútbol, Bielsa representa la melodía de la autenticidad, una pieza que trasciende el tiempo y el espacio, mientras que Suárez es el ritmo apasionado, la pulsación que impulsa cada movimiento en el campo. Juntos, Bielsa Y Suarez, nos recuerdan que el fútbol es mucho más que un juego: es una expresión de valores, de pasión y de la esencia misma del ser humano.
Bielsa y Suárez: dos locos que nos hace recordar que en esa pasión desbordante se encuentra la esencia misma de lo que nos hace humanos, y nos lleva, paradójicamente, a la más lúcida cordura: amar el fútbol en su más pura y conmovedora expresión.

RESPECT


Hasta la próxima...reflexión.