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martes, 3 de julio de 2012

Ser o no Ser? Club profesional o Equipo amateur?




Los niveles de profesionalismo han crecido tanto en el fútbol, que las actividades de un club de fútbol se han ampliado presionándose si mismos a adquirir un nivel de gestión mucho más profesional.

Todo cambia y el ser humano se adapta. Esa parece ser la respuesta de la mayoría de las personas hablando del mundo de hoy. Y claro que el fútbol no está ajeno a eso. Y eso obliga a los Clubes de fútbol a modificarse.

Se juega como se vive, reza el dicho popular, entonces, tal vez el tema a profundizar sería si quienes forman parte de este deporte, principalmente los dirigentes,  han acompañado esos cambios o simplemente siguen actuando en función de intereses propios haciendo la “vista gorda” ,o no logran aceptar que apenas están en la planta baja del edificio de la alta competencia que implica el fútbol de hoy porque su ego no les permite aceptar carencias propias,  o porque no se han actualizado a los cánones actuales provocando muchas veces irresponsabilidad dirigencial, o porque es más fácil tener ayudas externas (públicas o privadas) que generar ideas propias de gestión para lograr una estabilidad en sus clubes.

Está muy claro para nosotros que los clubes necesitan hoy por hoy de una estructura mucho más formal, de una clara y concreta definición de roles, funciones y que deben acentuar el funcionamiento de la organización.

Y si tenemos que hablar de cambios, las condiciones ya no son las mismas de la década del 70, y día a día los cambios son mucho más dinámicos que otras épocas, tanto o más como los cambios tácticos y estratégicos que vemos dentro de un  campo de juego. Hoy, se mueve mucho más dinero, la cantidad de aficionados fruto de la globalización, ha aumentado y ya no es tan segmentada como antes, la marca “club” adquirió una importancia mayúscula, y ese espacio que se ocupa en los medios de comunicación, para clubes y jugadores, reflejan nuevas condiciones y  reglas de “juego”.

Hoy por hoy es difícil, por la alta competencia y los factores que mencionamos, que el futbolista tenga otra actividad paralela de forma alguna. Si esa realidad existe, estamos rozando imperceptiblemente la imagen de un fútbol amateur. Fútbol amateur disfrazado de fútbol profesional. Así de claro. Aunque nos cueste asumirlo a veces, con equipos disfrazados de clubes.

Tenemos que tener claro que estar compitiendo en primera división profesional, no es una etiqueta válida que nos asegure que una estructura de club sea profesional y no amateur. Pero duele admitirlo. Como si esa “debilidad interna”, nos haga sentirnos inferiores. Muchos le “tiran” ese peso a “la realidad que vivimos”, “la culpa es federativa”, “la política”, entre otros factores que la mayoría de las veces carece del “mea culpa”.

Pero también hay que ser honestos en el planteo, un club no puede manejarse bajo las dimensiones de la realidad que vivimos en el fútbol actual con un plan de trabajo basado en el amateurismo, y en la buena voluntad o el cariño que le puedan mostrar quienes están a cargo del mismo, porque inexorablemente estará condenado al fracaso



Más tarde o más temprano será así. Se transforma en una “crónica de una muerte anunciada” .Cuando algunas veces nos han consultado, lamentablemente hemos acertado en esta premisa.


En muchos casos en América Latina, se busca tapar esta realidad, donde es mucho más fácil buscar solvencias económicas bajo el manto del apoyo de la política, que analizar si se está en condiciones de ser un club profesional, otro de los factores que hoy es aliado, pero que después, si se retira ese apoyo, terminará siendo el mayor culpable de la desaparición de un club. La situación es delicada. Nuestra pasión a veces enceguece realidades. El problema no pasa para nosotros por el apoyo externo, sino por el tipo de apoyo que se establece. Que quede claro, la política ha sido factor indivisible siempre en el fútbol. Lo que ha cambiado es la influencia interna del mismo.

Cualquiera puede estar ayudando, colaborando con pasión y voluntad un equipo amateur, sin duda algunas, esos luchadores sociales abundan por doquier, pero para ser parte de un club con estructura profesional, se necesita mucho más que eso. Un Club requiere de formalización de metodologías, reglas y funciones de acuerdo a estos tiempos, con profesionales capacitados en cada área, coordinados entre sí, y un proceso claro para la toma de decisiones. En conclusión, un Club para lograr objetivos serios, necesita eficacia y eficiencia en su gestión.

El Círculo vicioso.
La creciente relevancia social  y el lugar que ocupa hoy el fútbol en la sociedad actual, tiene que ver con  el potencial de entretenimiento que ofrece a la población, donde existen una variedad de nuevos actores que han puesto su “ojo” en este deporte: organismos de gobierno local y nacional, federaciones, ligas, asociaciones, medios de comunicación, empresas anunciantes, aficionados, entre otros. Cada uno de ellos tiene una relación particular con el Club, y si es favorable, la relación entre el Club y los actores que lo rodean, puede convertirse en un círculo vicioso de creación de valores

Hoy por hoy, el fútbol, como espectáculo deportivo, es un producto que “se ofrece” “que se vende”, y esto permite la abertura de otros productos colaterales que producen la posibilidad de aumentar las fuentes de ingresos y de establecer un nuevo tipo de relación con todos los nuevos actores.

Esta situación de poder ofrecer un nuevo paquete de productos, además del espectáculo deportivo en sí, debería significar la liberación de los clubes en alguna medida,  de la presión única de los resultados,  y de la participación directa de los gobiernos locales, y al mismo tiempo, los diferentes actores pueden obtener expectativas diferentes respecto al evento en sí. Hoy ya todos sabemos que los jugadores,  no buscan  únicamente el resultado deportivo. A ellos  se les ha abierto la  posibilidad de explotar comercialmente su valor mediático (venta de derechos de imagen, contrato de patrocinio, venta de franelas, etc.).

Los aficionados y fanáticos,  tampoco buscan solamente el resultado deportivo, que por supuesto lo desean, es parte de su esencia, sino también integrarse a un grupo que sea una fuente de IDENTIDAD. No se trata únicamente de asistir a un partido de su Club de “sus amores”  sino de sentir sus colores, de llevar puesta la franela de su Club, desayunar con la taza de su club, y todo ello hacerlo con el mayor orgullo.


Si de medios de comunicación hablamos, el fútbol siempre genera noticias e información que es precisamente lo que necesitan los medios de comunicación para mantener a su audiencia satisfecha y generar ingresos propios.




Otros actores importantes como es “la ciudad”, ese entorno que protege la identidad del club, busca que el éxito del equipo atraiga un mayor número  de visitantes, a partir de la identificación entre el club y la ciudad a la que representa, y que consiga mejorar su imagen e incluso en algunos casos como ya ha pasado, buscan hasta ser candidatos en la organización de torneos internacionales.

Patrocinadores y anunciantes,  buscan el resultado deportivo  como medio que contribuya a aumentar la masa de aficionados, que es su público objetivo y sus posibles clientes.
Si de dirigentes hablamos, lo ideal sería que, además del objetivo de resultados deportivos positivos, buscaran gestionar adecuadamente los recursos económicos, de manera que les permita conseguir un patrimonio que asegure la supervivencia del club.



Y que significa tener un Club de fútbol profesional?

Un club de futbol profesional, tiene como objetivo, formar un equipo de primer nivel que lo represente bien, en competencias nacionales e internacionales.

Este hecho tiene importantes consecuencias a la hora de definir las principales áreas de trabajo que debe de desarrollar una entidad deportiva, pero para ello debe de tener en cuenta primeramente:


  • Conseguir y administrar los fondos necesarios para el fichaje de un buen cuerpo técnico y de buenos jugadores para la formación de un equipo competitivo a corto y mediano plazo.
  • Cuidar sus divisiones menores para obtener potenciales jugadores para el primer equipo. Capital imprescindible para solventar su supervivencia
Es lógico entonces pensar que deben de existir dos áreas fundamentales: el área deportiva, es decir en términos empresariales, o sea el área de producción,  y un área encargada de la venta de productos y adquisición de recursos

Si tenemos en cuenta los efectos de la comercialización sobre el deporte, la adquisición de recursos, se asocia al desarrollo de actividad comercial por parte de estas entidades, de manera que un área deportiva y un área comercial –ligada al producto espectáculo deportivo-  o experiencia total- serán las áreas principales.




Vamos por partes.

El área deportiva,  sin lugar a dudas, sigue siendo la esencia del  club de futbol profesional,  en tanto que la finalidad continúa ligada a la promoción y desarrollo del deporte con el objetivo principal de formar un equipo que represente bien al club en competencias nacionales e internacionales.

Si de características hablamos, todo el trabajo que con él se desarrolle, determinaran el tipo y calidad del producto que se ofrecerá. Por tanto,  el área deportiva no sólo es la base,  de las actividades de un Club, sino también lo “lo que determina su supervivencia y su potencial de crecimiento”

Es fundamental que el Club, se fije objetivos a corto, mediano y largo plazo, con proyectos claros, objetivos medidos en su tiempo, que debe de ir más allá de los fines de semana. No debemos olvidar en estos objetivos la consolidación de la identidad entre su equipo y sus seguidores.



Y el área comercial? 

Comercializar esta actividad deportiva ha generado la aparición  y creciente relevancia de un área comercial específica  dentro de la estructura de un club, capaz de generar nuevos recursos que permitan la financiación de la actividad deportiva.

El producto que ofrecen los clubes profesionales de elite, por ejemplo, y que se relaciona primero con el objetivo de formar un equipo competitivo, es el espectáculo deportivo, y todo lo que ello conlleva, lo que comúnmente llamamos “experiencia total”.

A medida que el club amplia su  actividad comercial,  aparecen nuevos productos,  (siempre asociados al principal), como son el merchandising, el uso de las instalaciones deportivas para fines no deportivos,  visitas guiadas al campo, la venta de los derechos de imagen, los derechos de tv, etc.

En este sentido, el cliente puede ser un cliente directo, es decir, socios, aficionados, y consumidores directos del resto de productos, o clientes institucionales, las empresas patrocinadoras, anunciantes y medios de comunicación.

Socios/Aficionados/Fanáticos, son el cliente directo, quienes compran los diferentes productos que el club ofrece, empezando por supuesto, por el ingreso para un partido, los abonos anticipados, etc. La estructura actual del fútbol, no admite un Club sin socios, salvo que hablemos de un equipo de fútbol que conceptualmente son cosas “diferentes”. 

Ya hemos mencionado que este sector, es el motor del círculo virtuoso de creación de valor, de manera que el club debe de dar una gran relevancia a la relación Club/aficionado/fanaticada. En este sentido, dentro de las áreas de trabajo del Club, tiene que haber un “área específicamente dedicada a sus seguidores fanáticos y aficionados”, es decir, el trato directo.

Otros actores como las empresas, se relacionan con a través de los patrocinios  y de sus anuncios. Esta relación es muy importante debido a lo que aportan, que son recursos para el Club. 

En este sentido el Club deberá contar con un área especialmente dedicada a la captación y fidelización de las empresas integradas y las nuevas a captar.

Estamos convencidos que para diseñar una estructura de un Club de futbol profesional no solo habrá que tener en cuenta las actividades principales y los actores con los que se relaciona, sino también otras variables relacionadas con la particularidad del Club, y que refieren al grado de complejidad particular , al tamaño y el grado de profesionalización y comercialización.

Existe otro actor muy importante: “el Área de Prensa y Comunicación”. Verdaderos creadores de opinión por la cantidad de información que manejan y su interrelación con los aficionados y fanáticos. Resulta fundamental mantener una buena relación, de manera que la exposición mediática fortalezca la imagen del Club, y ayude a captar nuevos socios y aficionados. Sin dudas que también necesita un espacio específico, para definir estrategias y facilitar  orientaciones que posibiliten  una positiva relación con los medios.


Si habíamos considerado que  los recursos económicos que maneja un club, resultan fundamentales, no podemos obviar el “área de administración”, para que gestione recursos, diseñe presupuestos, planifique gastos y lleve el control y seguimiento de estos temas. La correcta administración,  de los recursos también determina la supervivencia del Club y de crecimiento.

Existen muchos “apasionados por el fútbol” que participan a diario en la gestión de un Club. Pero con esto no alcanza. Se necesita imperiosamente por razones de estabilidad y supervivencia, contratar agentes externos con la capacidad suficiente para solventar una estructura cada vez más competitiva y exigente.

“PUEDES ENSENAR A UN PAVO A TREPAR A UN ÁRBOL, PERO SERA MEJOR QUE CONTRATES A UN MONO”

Hasta la próxima...reflexión.




domingo, 1 de julio de 2012

EL FÚTBOL SE VISTE DE TURBANTE. EL PODER DE LOS JEQUES

Y ALÁ SE VISTIÓ DE FUTBOLISTA. 
EL CRECIMIENTO SILENCIOSO DE LOS JEQUES EN EL FÚTBOL.




Siempre dije que el fútbol, la esencia de este deporte colectivo, era de 11 jugadores de un lado, 11 del otro, la terna arbitral, las bancas correspondientes y el tercer pulmón que es la fanaticada. Ni más ni menos, así lo aprendi desde pequeño. Pues bien, desde aquél fatídico año 1974, la circunstancias cambiaron. Hay venta de derechos televisivos, los jugadores cobran hasta las entrevistas, reciben primas por pisar la grama, y los clubes ya dejaron de ser de hecho asociaciones sin fines de lucro, para ser verdaderas empresas.

Todo esto hasta transformar a la FIFA como el gran poderoso de estos tiempos. Ah si, el fútbol ha dejado de ser simplemente un juego. Es un espectáculo lucrativo, donde se juegan dos partidos: dentro del campo entre los jugadores y fuera de él entre agentes, dirigentes y propietarios de clubes y chequeras con muchos ceros.

Pues bien, allá por el 2003 todos conocimos a Román Abramovich, un señor ruso que se hizo multimillonario de un día para el otro, en la década del 90 con la privatización de algunos sectores de la economía de Rusia, en la presidencia de Boris Yeltsin, cuando realizó una sociedad con Boris Berezovski, para fundar su compañía petrolera Sibneft.

La historia es bien conocida, Abramovich se convirtió en el dueño del Chelsea de Inglaterra, asumiendo una deuda millonaria, y comprando futbolistas a su antojo, como quien compra muebles para decorar su casa.

Esta incursión de este tipo de empresarios, despertó a todos aquellos poderosos que desesperados por liberarse de situaciones fiscales en sus países, encontraron un sector ideal, tan ideal como vulnerable a cualquier tipo de negocio: el bendito fútbol.

Ahora nos hemos acostumbrados a vivir una época donde los dueños hablan un idioma diferente al del fanático.

Y la realidad me lleva al mundo de Alá y los camellos. El mundo de los Jeques árabes, los nuevos empresarios del fútbol.

Amigos, vayamos por partes, que quiere decir Jeque? Jeque es un título de origen árabe aplicado a líderes religiosos o políticos a nivel local. Decir Jeque es como decir anciano sabio, para simplificarles la historia.



Creo que la mente no me falla. La única vez que había sentido hablar de Jeques Árabes, fue en el Mundial de España en 1982, cuando uno de estos Sabios siguiendo la etimología árabe de su nombre, compraron un árbitro para que anulara un gol.



Claro los tiempos han cambiado, ahora para que comprar árbitros si pueden comprar equipos enteros?

A ver, sigamos haciendo un poco de memoria. La pasión árabe por este hermoso deporte, en realidad comienza allá por la década del 90, cuando Qatar quiso convertir su liga en algo que fuera de élite, cuando a golpe de cheques y cheques, se llevaron a Batistuta, Romario, el español Fernando Hierro y Pep Guardiola. Claro no fue algo exitoso para ellos, pero si para los futbolistas que encontraron un retiro de sueños. Ahora claro eran sus primeras armas.

Hoy son verdaderos tiburones que arrasan con clubes que dada la crisis mundial, aprovechan su delicada situación y se hacen dueños en menos de 24 horas.
Los movimientos en el mercado de pases de estos jeques hoy  son tan grandes que en verdad hasta dejan en ridículo las inversiones de dos grandes del fútbol como por ejemplo el Barcelona y el Real Madrid.


Bueno es saber que por ejemplo en Inglaterra, un "vacío legal" permite el ingreso de capitales extranjeros, al punto que más de la mitad de los equipos de la Premier League ya son propiedad de manos extranjeras: Arsenal, Aston Villa, Chelsea, Everton, Fulham, Liverpool, Manchester City, Manchester United, Portsmouth, Sunderland, Tottenham Hotspur y West Ham

Volvamos a los jeques y  repasemos rápidamente los clubes donde los hombres de turbante son absolutos dueños:

Manchester City, Inglaterra


Propietario: Abu Dhabi United Group, propiedad de Mansour bin Zayed Al Nahyan. Este señor posee en su cuenta más de 15 mil millones de euros.
Compró el Club por la modesta cifra de 247.000.000 de euros.
El total de inversiones solamente en fichajes, por parte de Zayed Al Nahyan, desde el 2008 hasta la fecha ya suman cerca de 900 millones de euros .

Repasemos algunos conocidos: Hagamos memoria:

Robinho (que ya no está): 42.000.000 de euros
Emmanuel Adebayor (que ya no está)  30.000.000
Yaya Toure: 30.000.000
David Silva: 35.000.000
Sergio Agüero: 45.000.000

Portsmouth (Inglaterra)

Propietario: Sulaiman Al Fahi, de 33 años
Sacó de su cartera 100 millones de dólares para comprar el equipo.
Este jeque tiene un sueño que no lo deja dormir: juntar a Maradona y Messi en el club de su propiedad. El proyecto parece alocado, pero Al Fahi declaró a la prensa británica que él quiere a Diego como presidente de un club, con total disponibilidad económica para traer los jugadores que quisiera y formar un súper equipo a nivel mundial. Otro dato: la primera propuesta llegó durante las eliminatorias sudamericanas 2009, pero el Diez la desechó porque tenía contrato con la Selección. 

Quiere saber algo más? Pues bien este joven jeque ya se ha dado gustos más allá del fútbol: produjo la última película de Batman, es el protagonista de un reality show bautizado como El Aprendiz y hasta compró el torneo Linares de ajedrez, una de sus pasiones. 

Ha declarado también “El Real Madrid tasó el valor de Cristiano Ronaldo en 110 millones, pero creo que él vale 165 millones ¿Por qué no podemos pagarlo 170 millones entonces?”

No amerita comentarios. 

Paris Saint Germain (PSG), Francia.


Propietario: Sheikh Tamim bin Hamad Al Thani, de Qatar.
Compró el Club por la módica suma de  80.000.000 de euros
Sin dudas que París, la Ciudad Luz  como le llaman, merece un equipo a la altura de su belleza. Y parece  que Sheikh está dispuesto a hacerlo realidad cuando anunció la adquisición del 70% de sus acciones, y hasta ahora ha firmado cheques en transferencias por 90.000.000 de euros. Lo primero que hizo fue contratar al brasileño Leonardo, ex técnico del Milan, como gerente deportivo, y al italiano Carlo Ancelotti como entrenador.
Repasemos entonces algunos gastos:

Javier Pastore: 43.000.000 de euros
Jérémy Menez : 8.000.000 de euros
Kevin Gameiro: 11.000.000 de euros
Milan Bisevac. : 3.200.000 euros
Ezequiel Lavezzi: 30.000.000 de euros
Maxwell: 4.000.000 de euros
Diego Lugano: 3.000.000 de euros
Mohamed Sissoko: 6.500.000 de euros

 Malaga C.F. (España)


Propietario: Abdullah ben Nasser Al Thani, de Qatar
36.000.000 de euros le costó esta diversión al catarí.
Este jeque, miembro de la casa real y casualmente primo del dueño del París Saint Germain, posee un vasto imperio de negocios en áreas tan disímiles como el petróleo, las telecomunicaciones y la construcción. A mitad de 2010 se despertó un día y se le ocurrió invertir en el fútbol. Sus motivaciones son económicas. Dicen que hace poco ganó una licitación para la ampliación del puerto de Marbella, que costará unos 80 millones de euros y le generará los derechos de explotación por cuarenta años. Su poderosa chequera ya se ha hecho notar en el equipo. Cuadruplicó el presupuesto del club e invirtió en una nómina considerable que encabeza Fernando Hierro como gerente deportivo y Manuel Pellegrini como director técnico.
Repasemos ahora los cheques que ha liberado el Jeque catarí:

Martín Demichelis: 3.000.000 euros
Diego Buonanotte: 5.000.000 euros
Joris Mathijsen: 2.500.000
Jérémy Toulalan: 11.000.000 euros
Julio Baptista: 2.500.000 euros
Santi Cazorla: 20.000.000 euros


 Racing Club de Santander (España)


Propietario: Ahsan Ali Syed, de India.
Compró barato al equipo: pagó 15 millones de euros
No es jeque, pero parece que lo fuera. Le dicen Mister Ali y es uno de los empresarios más prósperos de la India. Su más reciente excentricidad (de él se dice que tiene muy buenas relaciones con los comerciantes de armas) ha sido la de adquirir un club de fútbol profesional. Con la compra del Racing, en enero de 2011, Ali se comprometió a saldar todas las deudas del equipo, incluidos los sueldos atrasados de los jugadores. Pero de eso tan bueno no podían dar tanto. Durante todo el año pasado Ali incumplió una y otra vez con los pagos prometidos. La razón, opinan los entendidos, es que la verdadera intención de Ali al comprar el club era servir de intermediario para vendérselo a grupos inversionistas de Bahréin que, finalmente, no han aparecido. Lo único que ha hecho Ali desde el punto de vista futbolístico, es garantizar la presencia del jugador mexicano Giovanni Dos Santos en las filas del Racing. Pero no mucho más. El hombre hasta ahora ha resultado un fiasco. El equipo descendió a segunda división.

Getafe, (España)  



Propietario: Butti Bin Suhail Al Maktoum, cabeza del grupo Royal Emirates.
Hizo un cheque por 68 millones de euros y se quedó con el Club
Aparentemente a partir del día de hoy  1º de julio de 2012, el equipo se convertiría en Getafe Team Dubai y pasaría a ser propiedad del grupo Royal Emirates, encabezado por Butti Bin Suhail Al Maktoum, miembro de la familia real de los Emiratos Árabes Unidos. Por supuesto, el objetivo de Al Maktoum es poner al Getafe en la lucha por los puestos de vanguardia, y clasificarlo para las copas europeas. Sin embargo, tiene también planes precisos en el sentido de convertir al Getafe en la puerta de entrada de los jugadores árabes al mercado español. Todavía no hay información sobre el presupuesto con el que contará el equipo a partir de julio, pero si es por plata, al grupo Royal Emirates le sobra. El consorcio controla más de 200 empresas en sectores como el petróleo, el gas y las nuevas energías

Una historia entre turbantes
Hace muy poco aparentemente fueron víctimas de estafa de unos inversionistas, también árabes. 

Según se informó oficialmente, el Getafe  se vio estafado por una empresa que nada tiene que ver con el grupo inversor árabe, que le habría dado dos cheques sin fondos de unos diez millones de euros, y que además ya había estafado a mas de 70 empresas, usando un camarero brasileño que se hacía pasar por jeque falso y que cobraba 50 euros por la “actuación”, aunque el presidente del Getafe, Torres niega esta versión:
"Nosotros no hemos hecho nada con ellos ni nos han dado ningún cheque", afirmaba Torres, que insistía en que el Royal Emirates Group está presidido por un "jefe de verdad" sorprendido de que la Policía catalana lo relacionara con la trama.

El modus operandi del grupo era curioso: desplegaba un teatro para convencer a sus víctimas con comidas en restaurantes de lujo, coches con chófer y utilizando al nombrado camarero brasileño de un bar a que se disfrazaba de jeque árabe por 50 euros.

El falso jeque explicaba que estaban dispuestos a financiar hasta cinco millones de euros en los proyectos que les interesaban -desde clubes de fútbol a clínicas dentales-obteniendo una garantía crediticia de un banco ubicado en el extranjero, y las víctimas tenían que ingresar un aval que servía como garantía para liberar la cantidad prometida por los jeques.



Resumiendo queridos amigos, los árabes vienen cumpliendo un plan estratégico a largo alcance, el cual está en plena expansión y no tienen techo.

En 2022, el mundo árabe organizará su primer mundial en Qatar.

Al ritmo que venimos, ya encomendé una compra de varios turbantes y un camello, para estar a la par de la nueva moda futbolera.

Hasta la próxima….reflexión